jueves, 18 de septiembre de 2008

Podría haber sido peor


Estos días he estado siendo una amorosa y disciplinada enfermera. Hace poco, un miembro de mi familia fue arrollado por un coche mientras cruzaba por el paso de cebra. Podría haberlo matado, a juzgar por las circunstancias. Este diminuto miembro de mi familia no comprende las señales de tráfico y, al parecer, tampoco se sintió amedrentado por la creciente presencia de los dos faros del coche de alquiler que se avecinaba por la calzada.
Podría haber muerto.
Yo no estaba, pero me contaron que el conductor del coche se apeó y comenzó a decir cosas en inglés. Era un guiri. Y el miembro de mi familia, pequeño y negro carbón. Un manojo de nervios que se fundía entre las sombras de la noche.
No murió, pero se partió la cadera y el fémur. Cuando lo trajeron de vuelta a casa, tras el accidente, parecía un muñeco de pelo negro, tiritando. No ladraba, no lloraba. Pero estaba sufriendo. Lo operaron al día siguiente y lo dejaron un día en observación. Me han contado que, mientras estaba sedado, movía la trufita, buscándonos, tumbado de lado, con la lengua, seca, fuera. Dicen que cuando se alejaban, comenzaba a llorar.
Al volver a casa, con los puntos en el jamoncito negro y la lámpara en la cabeza, sus ojos nos inyectaban una mirada acusadora.
"¿Qué me habéis hecho?", seguro que pensaba.
Pero con el tiempo y las medicinas, comenzó a mover el rabo, a ladrar, a comer, a mirarnos con sus expresivos ojos. A pedirnos que le quitáramos un ratito la lámpara de la cabeza, para que le rascáramos, que le picaba mucho, carajo.
Se ha portado muy bien y ya le han quitado los puntos. Todavía anda cojo, pero el doctor dice que pronto se pondrá bien. Y volverá a ser la diminuta bola de pelo que nos habla con los ojos.

Se ha portado muy bien el enano.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece que empiezo a salir de la profunda catarsis producida por el exceso de trabajo. A ver…
A mi también me encanta el olor a limpio.
Y como va de olores, este te trae mensajes.
Me alegra mucho que no fuese nada lo del atropello ;)

Un besazo gordo para ti y otro para tu bola de pelos (despertando del coma)

Caminante dijo...

Que se haya recuperado tiene su parte mala. Lo hemos mimado tanto que ahora sólo para de llorar cuando le acariciamos... cría cuervos... jajaja

Anónimo dijo...

Bueno, el amor es la mejor medicina para todo. Sobre todo el tuyo :)