Mostrando entradas con la etiqueta Ecos de la adolescencia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ecos de la adolescencia. Mostrar todas las entradas

sábado, 27 de septiembre de 2008

Volver

... y encendió una barrita de incienso.
En vez de entrar, el aroma se escapaba por la ventana.
Soy proveedora de la sed,
de los sueños autora y
de los dibujos la inspiración.
Pero déjame pasar, no me dejes fuera.
Deja que dibuje
como los sueños me dicten
y si tienes sed,
llena un vaso de recuerdos
y bébelo, trágalo...
hasta que no te acuerdes de nada,
para volver a empezar,
sin fantasmas de los que huir.
Pero ábreme tu puerta,
déjame pasar,
déjame deambular noctámbula
entre calles desconocidas,
buscando alguna pista
que me deje salir del simple y triste recuerdo;
déjame abandonar esta vana historia
de sueños, noches, voces, sed;
que me pierdo,
que me ahogo,
que me anulo,
que me quedo sola, muda,
sin gestos con los que hablar,
y tengo tantas cosas que decir...
No me retengas ahí,
pequeñita, latente,
como una triste gota
de aquel vaso de recuerdos.